No todo es como nuestros ojos lo ven.... o mejor dicho... casi nada es como cada uno lo quiere ver.
domingo, 23 de agosto de 2009
El HomBRe eN bUscA de SentIDo....
"Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino. […]
El modo en que un hombre acepta su destino y todo el sufrimiento que éste conlleva, la forma en que carga con su cruz, le da muchas oportunidades —incluso bajo las circunstancias más difíciles— para añadir a su vida un sentido más profundo. Puede conservar su valor, su dignidad, su generosidad. O bien, en la dura lucha por la supervivencia, puede olvidar su dignidad humana y ser poco más que un animal […] Aquí reside la oportunidad que el hombre tiene de aprovechar o de dejar pasar las ocasiones de alcanzar los méritos que una situación difícil puede proporcionarle. Y lo que decide si es merecedor de sus sufrimientos o no lo es.
No piensen que estas consideraciones son vanas o están muy alejadas de la vida real. Es verdad que sólo unas cuantas personas son capaces de alcanzar metas tan altas. De los prisioneros, solamente unos pocos conservaron su libertad sin menoscabo y consiguieron los méritos que les brindaba su sufrimiento, pero aunque sea sólo uno el ejemplo, es prueba suficiente de que la fortaleza íntima del hombre puede elevarle por encima de su adverso sino. Y estos hombres no están únicamente en los campos de concentración. Por doquier, el hombre se enfrenta a su destino y tiene siempre oportunidad de conseguir algo por vía del sufrimiento. Piénsese en el destino de los enfermos, especialmente de los enfermos incurables. En una ocasión, leí la carta escrita por un joven inválido, en la que a un amigo le decía que acababa de saber que no viviría mucho tiempo y que ni siquiera una operación podría aliviarle su sufrimiento. Continuaba su carta diciendo que se acordaba de haber visto una película sobre un hombre que esperaba su muerte con valor y dignidad. Aquel muchacho pensó entonces que era una gran victoria enfrentarse de este modo a la muerte y ahora —escribía— el destino le brindaba a él una oportunidad similar."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Narración desde la experiencia personal y profesional.
ResponderEliminarGracias por el regalo, me gustó.
Un saludo
``Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores´´
ResponderEliminarRespecto a esto,decirte que solo tube uno así y lo perdí,quizás ni era,¿Existen realmente?
Me ha encantado la entrada. Es genial. El libro lo apunto en mi lista para leer, pero por ahora tendra que esperar.
ResponderEliminarHOLA!!!
ResponderEliminarVerboRhea:experiencia personal y profesional!!...el merito está en poderlo unir en determinadas circunstancias como las que vivió Viktor Frankl....Su gran entereza le salvó la vida.
Carlos: "Todo lo que hay de bello en el hombre pasa y no dura "....NO estoy de acuerdo con Da Vinci..porque yo si creo que el hombre tiene mucho que dar ...y que no siempre pasa...pero evidentemente el hombre tiene faltas y justo eso es lo que lo hace crecer...Y por todo esto creo que estos AMIGOS existen...pero hay que buscarlos y cuidarlos...
thot: no tardes mucho en leerlo...estoy segura de que te encantará....
Besos a todos.CE
Profunda reflexiones generan este pots, no he leído el libro, espero hacerlo. Lo que si siento es que el instinto de supervivencia es báico, la profunda convicción de que hay un después y una fé increbrantable en uno mismo hace milagros que posibilitan la supervivencia, lo digo por que mis ascedentes hicierón todo lo que debe hacer un hombre digno para superar las horrores de la guerra
ResponderEliminarUn eterno abrazo
Vengo desde el blog de Thot. He visto el título de la entrada y me ha llamado la atención, porque este libro de Frankl me ayudó en su momento a ver las cosas de otro modo. Me alegra haber llegado hasta aquí.
ResponderEliminar